¿Cómo se mide el sonido?

Es una de nuestras principales herramientas de trabajo. En un post anterior ya hablamos sobre las cualidades del sonido (pinchar en este enlace para recordarlo). Pero hoy vamos a repasar cómo se mide. Estamos acosumbramos a oír hablar sobre ondas, decibelios, etc. En este post lo aclaramos.

Como vimos en el anterior post el sonido tienen cuatro cualidades: altura, timbre, intensidad y duración. Por tanto, según la opción que escojamos, unos medidores nos pueden determinar la intensidad, otros nos ofrecen datos según la altura, otros se rigen por la duración y otros por el timbre. Pero, ¿cómo se miden las frecuencias del sonido? Este fenómeno se puede identificar por su espectro de frecuencia, donde el elemento fundamental es la denominada ‘onda sinusoidal’.

Explicaremos qué es esto de la ‘sinusoidal’. Para entenderlo, tendremos en cuenta que los sonidos más graves presentan ondas sonoras más alargadas, lo que se traduce en que su frecuencia es más baja. Por el contrario, aquéllos sonidos más agudos irán acompañados de ondas más cortas, es decir, que tienen una frecuencia más alta.

Estas ondas a las que estamos haciendo referencia se miden en Hertz. Para hacernos una idea de cómo las recibe nuestro oído, tendremos en cuenta que éste es capaz de captar las ondas comprendidas entre los 20 y los 20.000 Hertz. Las que se sitúan por debajo son demasiado graves y nuestro oído no puede captarlas. Lo mismo ocurre con las que están por encima de la cifra máxima.

Por otro lado, la intensidad del sonido se mide mediante decibelios. La escala de captación de nuestro oído se establece entre los 0dB y los 140 dB aproximadamente. El 0 es el valor más bajo, casi silencio. Por encima de los 140 comenzamos a notar dolor en los oídos.